
Y claro, una piensa: "normal". Y luego, "Así nos va."
Eso sí, en la bandolera lleva un clic (playmobyl, si somos puristas :p) napoleónico hecho llavero, así que se lo perdono. Claramente, uno de esos frikis undercover.
L xx
Idas de olla de una story-teller, con mucho tiempo en el tren
WTF CUADRO 3
Él último, y esta vez uno que genuinamente me gusta. Boticelli, 1483, "Venus y Marte". Está en La National Gallery de Londres.
El cuadro representa el triunfo de Venus, diosa del amor, sobre Marte, dios de la guerra, a quien ha conseguido distraer de sus acciones bélicas, hasta el punto de que los sátiros hacen juguetes de sus armas. En este caso tampoco se trata tanto de la victoria del amor sobre la guerra, sino más bien de la superación del deseo sensual por el amor a Dios.
Ale, ¡¡¡a ir más a los museos!!!
L xx
6/5/2010 6:59 CASTELLDEFELS - BCN
Hay días, como hoy, en que me entran momentos raros al caminar por la calle, mirar a mi alrededor o atisbar el paisaje por la ventanilla. Momentos del estilo: “qué día más bonito hace, de verdad”; “cómo mola Barcelona al amanecer”; “qué guay es ver el prado pasar a toda velocidad con las montañas al fondo...”. Momentos, en definitiva, de exaltación de la vida y la belleza (solo he puesto colacao en la leche, lo juro), que llevan a mi cínico yo a arrugar la cabeza unos minutos.
Solo unos minutos, ¿eh? Que el flowerpowerismo debería estar penado por ley.
Parte de mí piensa que esta tendencia más o menos reciente surge de la afición de mi amigo Nekrolite a la fotografía (kudos to him, muestra en el lateral), que ni que sea por osmosis me tiene contemplando lo que me rodea con espíritu estético. Puede que sea un mecanismo de defensa que, enamorada como estoy de una vida de fantasía, intente convencerme de que esto también mola y aquí también es posible llevar una vida de película (si ya lo haces con el MP3 puesto, ni te cuento). O a lo mejor la voz en off de Lucas en One Tree Hill, rayana en la autoayuda en algunos finales de temporada, y preñada de la esencia a "si quieres puedes" del self-achievement americano mas clásico, haya calado hondo en mí. Que oye, whatever it takes. Después de un capi de OTH sobre cómo los sueños se hacen realidad, me dio por sacarle el polvo a mis historias.
El caso, que soy de lo mas fácil: ponme el final de un capítulo con el montaje musical adecuado, el tráiler correcto o la arenga apropiada y soy tuya. Hell, los anuncios de cocacola han llegado a ponerme la carne de gallina y una sonrisa en la cara, ¿qué os voy a contar?
A partir de aquí, podría ponerme a divagar sobre cómo en nuestra sociedad alienada actual, el ser humano se halla desconectado de su yo emocional. Cómo, para interpretar nuestro eco interior, necesitamos el filtro homologado del cánon exterior, pues sin un aporte de emoción artificial externa no sabemos reaccionar, porque somos como abejitas zombies que vuelan hacia una debacle como especie de dimensiones cósmicas.
Pero resulta que ni soy rica ni tengo el tiempo de ser filósofa. My point was... Que hace un bonito día, leñe.
Las 7:25 (acaricio mi amada PDA). Cachis, ya no me da tiempo a leer El juego del ángel...
27/4/2010, 15:23. TRAYECTO BCN-CASTELLDEFELS (solo 6 minutos tarde, ¡yay!)
Tal día como aquel, tuve una revelación espiritual. Fue inesperada, fortuita, pero poderosa, como lo es toda revelación que se precie y se la debo a un ciudadano anónimo, que a buen seguro vive feliz en la ignorancia. Todo empezó cuando tomé asiento en tu tren de cercanías de toda la vida. Delante de mí había un chaval sentado ―ponle veinti-pocos―, leyendo tranquilamente. Llevaba una camiseta negra de Levis y unos tejanos estándar agujereados. No era especialmente agraciado, ni feo. Debería de haber pasado desapercibido, pero el caso es que no lo hizo.
No sé qué me llevó a fijarme en él, pero había algo… algo en su aura que activó mi radar. Intrigada, me fijé en el peinado: un corte un poco largo, con el flequillo sobre los ojos. Una corazonada me impulsó a retorcerme un poco en el asiento para ver qué estaba leyendo. And there it was: World of Warcraft. Ya segura de lo que buscaba, a posteriori me di cuenta de que también llevaba el Anillo Único colgado al cuello. Seguro que la música que llevaba en el MP3 encajaba también con el cuadro, pero tanto ya no pude distinguir.
Saludos, hermano friki.
Y allí estaba yo, sonriente por haber encontrado a uno de mi clase cuando, al mirarme, me di cuenta de que era poco probable que él me reconociera a mí. Mi Anillo Único descansa seguro en Minas Tirith, rodeada de figuras que tampoco me dedico a sacar a la calle. Ese día no llevaba al cuello ni la Hoja de Lórien ni la Estrella de la tarde, ni un roñoso pentáculo, ni siquiera la camiseta de Harry Potter o del festival de Sitges. Vale, en el bolso llevaba un libro de ensayos sobre Supernatural y la playlist que me había puesto ese día en el trabajo era una mezcla de J-Pop y opening/endings de anime. Y no nos engañemos, mi correo de gmail es mi nombre en élfico…
Entonces me di cuenta: pese a todo, había sucedido. ¡Estaba mezclada con la sociedad!
Tras pelearme un poco con Peter Pan, decidí tomármelo con filosofía. Había pasado, lo admito. Pero en realidad, nunca he sido mucho de símbolos: un complemento aquí, un libro allá, o un apodo que responde a un personaje inventado. Fui a un concierto de Metallica con una camisetilla de flores, so what? Hace siglos que no dibujo, pero el tiempo es lo que tiene. O lo que no tengo. Mi puntuación en el friki-test sería mejor si jugara a rol o fuera trekkie, pero el eclecticismo tiene constricciones espacio temporales que trascienden lo interestelar.
Sin embargo, SIGO poniéndome esos colgantes y acabo de comprar una vitrina para mis figuritas; recito quotes de demasiadas series y POR SUPUESTO sé el nombre de las estrellas principales de Orión, ¿vosotros no?
So yeah, I’m a geek. Pero la gracia es que si no lo confieso… Los demás no lo saben ;-)
Y he ahí la belleza última, hermanos frikis. Blending in. Olvidad Big Bang Theory; los frikis darwinianos, los que han sabido adaptarse para sobrevivir, están ocultos, pero muy presentes, dinamitando el mainstream desde dentro. ¿O de dónde os creéis que ha salido Águila Roja? ¿Quién creéis que os ha recomendado ESA serie que de repente os gusta tanto? ¿Y el que llama a su hijo como su personaje de cómic favorito?
Así que, hermanos, no os sintáis solos, estamos aquí. Somos los que sonríen cuando, en medio de una reunión súper seria, vuestra alerta de móvil ruge “Gotham needs order” (verídico), o que al llevar donuts al trabajo para desayunar pensamos en Dexter. Si te dejo un pendrive y el nombre de la unidad es Elessar, será por algo. Y sí, por Dios, Christian Bale es el niño del Imperio del Sol. Los frikis que se precian no creen que su carrera empezara con Batman. ¡TAMPOCO CON AMERICAN PSYCHO! Así que dejad de buscarnos encarnados en adolescentes idiotas.
Algún día conquistaremos el mundo. De momento, yo me limité a ponerme mi colgante de círculo de transmutación al día siguiente. Y abrí un blog. Porque de vez en cuando sí apetece sacar la bandera.
L xx