Idas de olla de una story-teller, con mucho tiempo en el tren
Greetings, my friends. Si habéis llegado hasta aquí es porque me conocéis, así que poco más que decir. Si no me conocéis es que Internet da más miedo cada vez.
Precioso, conmovedor, sumamente interesante y con una prosa como hacía tiempo que no encontraba. Eso sí, placer lento, porque a mi gusto empieza tan pausado que seguir leyendo tuvo parte de fe y parte de interés inherente por la época histórica, por mucho que no acabara de ver a dónde quería llegar a parar con la historia. Dadle una oportunidad.
Es una novela entretenida, en la que lo que más me ha gustado es la detallada ambientación en Hamburgo. Por lo demás, a nivel de trama me ha parecido algo floja y sus personajes, salvo Fabel, algo clichés. Fabel, el protagonista, podría ser interesante, aunque habría deseado que el libro profundizara algo más en su personalidad. En resumen, correcto, como cualquier película de asesino en serie e investigación al uso. No me desagrada, pero no me ha impulsado a querer continuar con la saga.
La verdad es que el mundo que ha creado Brent Weeks me encanta y coincido plenamente con los compañeros lectores que comentan que ha mejorado respecto al primer libro de la saga. Este es mucho más interesante, dinámico y he recuperado la sensación de "querer volver a estar en el tren para seguir leyendo". No es que el primero fuera malo, porque está claro que las semillas del mundo estaban ahí y el autor ha delineado personajes complejos y carismáticos de los que no puedes evitar enamorarte. Sencillamente, a mí se me hacía más pesado y no acababa de engancharme del todo. No me aburría, no me desagradaba, estaba ahí ahí... pero no acababa de "maravillarme". Seguramente el autor se toma demasiado tiempo para presentar demasiados personajes en demasiadas situaciones, antes de que ninguno de ellos llegue a resultar completamente interesante del todo. En esta segunda entrega, creo que se ha superado con creces.
Le pongo cuatro estrellas en lugar de cinco, porque pese a todo ha habido partes que se me han hecho algo largas y poco interesantes, aunque es probable que esas mismas escenas a otros lectores les encanten, porque depende del gusto de cada uno: si te va más descripción de batallas, de intrigas, diálogos, viajes, pruebas... Eso, y porque espero darle la quinta estrella en el siguiente libro, que no tardaré en leer.
«No pude hacerlo. En el último momento, cuando tuve delante al bicho de siete metros y estaba a punto de asestarle el golpe mortal, él me miró con sus ojillos amarillos y algo se me removió en las entrañas. Nada me había preparado para ese momento en la escuela de Santos, ni en el ciclo de valores y virtudes generales ni en la especialización de héroes mitológicos. Seamos francos, la dama era una llorica insufrible que no había dejado de gimotear desde que me había visto entrar. No estaba ni siquiera un poco masticada, su honra intacta; el temible dragón que llevaba meses aterrorizando la aldea se mantenía tan alejado de ella como le era posible en la lóbrega gruta, con expresión de dolor en sus facciones reptilianas. Ni se me defendió, el animalito, cuando enarbolé la lanza.
Mátame. Mátame ya, anda.
Pero yo no pude matarlo. Al cuerno el trabajo de fin de carrera que tantos meses llevaba preparando. Mi madre ya me lo había dicho: “Hijo, que tú vas para mártir. No elijas héroe, que mira los griegos.” Pero yo, cabezón, venga a insistir que con el cambio de panteón las cosas se harían de manera diferente. Además, el tutor de mártires era un cursi redomado: el instructor Rafael, que tenía a todas las postulantes a santas arrobadas y listas para dejarse asaetear. El instructor Miguel tenía más porte y prestancia ¡y llevaba espada! Yo soñaba con salir como él en los cuadros de las generaciones venideras, matando demonios con un halo de luz alrededor de la cabeza.
Y cuando lo tenía todo dispuesto, cueva, monstruo y princesa, me da por salvar de una muerte cruel a la criatura que no toca. Mi tutor intentó convencerme de volverlo a intentar en septiembre, que si qué me creía, que Teseo tampoco le había acertado al minotauro a la primera, que si no me veía apareciendo en los escudos de decenas de naciones o no quería que en mi honor los libros corrieran de mano en mano en los días señalados… Por supuesto que me habría hecho ilusión, pero tengo conciencia. Y por una asignatura, dejé la carrera. Así que no soy ningún santo, pero él manso, lo que es manso, es. No quería comerse las ovejas de nadie, ¡pero algo tendrá que comer! Ahora ya solo come filetes de ternera que le cocino yo mismo. Agricultura cien por cien ecológica…»
—Disculpe, todo eso está muy bien, pero igualmente no puede subirlo al autobús —me interrumpió el interventor, con una mueca de circunstancias—. No es un dragón lazarillo ni viaja en un contenedor adecuado. ¿No ha pensado en ponerle un bozal?
—¿Pero usted lo ha visto? —le di una palmadita en la dura cabeza recubierta de escamas y mi dragón agachó la cerviz, como la viva imagen de la inocencia— Si apenas pasa de lagartija. ¿Qué peligro va a tener?
—Entiéndame, son las normas.
—Aquel niño lleva una tortuga —argüí.
—De momento no he visto a ninguna estornudar y chamuscarme al pasaje, así que, muy señor mío, insisto con todo el dolor de mi alma que abandone el autobús.
Normas, normas. La gente es de lo más intolerante. Más valores, más civismo, eso es lo que haría falta. El interventor no parecía mal tipo, pero un ataque de histeria y dos desmayos llaman la atención a cualquiera y tanta señora impresionable lo había puesto en un compromiso.
—Lo entiendo, es su trabajo —suspiré resignado—. Vamos, Chispita, hoy también caminamos.
Que conste que no me arrepiento. He pasado siglos con mi mascota de altos vuelos y aunque no digo yo que no salga un poco cara, tener una carrera hoy en día tampoco es que sea garante de nada.
No le interesará a nadie, pero... tengo fanart de mi primer fanfic largo!!!!
Diréis, WTF? Nada, Lawrence Revisited fue mi primer largo (75.000 palabras en... 14 capis, parece), por allá por enero de 2006, cuando los prados eran más verdes, las nubes más blancas y SPN no era una mierda pinchada en un palo. Hace un par de años, una chica de LiveJournal me preguntó si le dejaba traducirlo al ruso y colgar la versión en su LJ, porque le había gustado mucho y demás. Le dije que sí, claro. ¿Y lo que mola decir que eres una autora traducida al ruso? :D:D
Long story short, una de sus lectoras ha hecho el montaje de arriba en plan banner de la historia. Cutre y todo lo que queráis, pero...
En el mundo hay muchas cosas que no deberían existir. Algunas son grandes, relevantes y en cierta manera fuera del alcance de los simples mortales, tipo el hambre, la miseria las enfermedades... Pero por si no lo habíais notado tras mi entrada filosófica basada en un baby pino, aquí le damos menos a lo grande y relevante. Es más, mientras que hay cosas que pueden argumentarse como coyunturales, naturales o sencillamente inexorables, hay otras, querid@s lectorcill@s que sencillamente NO DEBERÍAN EXISTIR. Que sí que dependen de nosotros, o quien dice de nosotros dice de algún lumbreras que se levanta gracioso, inspirado y dispuesto a dar la campanada de la mano de los medios, a costa del consumidor y/o espectador. Hay cosas horteras, discutibles, que dependen del gusto...
La siguiente es una lista de ideas terribles que nadie se explica cómo llegaron a cristalizar sin que alguien, quien fuera, le pusiera remedio. Una reflexión: a veces, el asesinato sirve al sentido común.
1. La actuación de Plushenko en Eurovisión
Es probable que la mayoría no sepáis quién es Evgeni Plushenko. Es un patinador sobre hielo, campeonísimo en Mundiales, Olímpicos, Nacionales de Rusia por supuesto... Hasta 2002, su mayor rival fue Alexei Yadugin. Básicamente lo que no se llevaba uno se lo llevaba el otro en individual masculino, hasta que Yagudin se retiró tras un año perfecto, 2002, con Europeo (es al que fui a Lausanne), Mundial y Olímpicos pa él. Yadugin tenía un estilazo de narices. Plushenko tenía una técnica espléndida y mucha seguridad.
Pero era un hortera irredento. No hay vuelta de hoja. Triple axel y todo lo que tu quieras, pero bailaba espantando moscas.
Para mejorar el panorama, ¿qué mejor idea que...?
¡HACERLO BAILAR EN EL FESTIVAL DE EUROVISIÓN!
No tiene precio a partir del minuto 1.55. Con diez segundos entenderéis lo de las moscas. Criminal. Y más con el circulito de hielo de mierda que le dejan, que parece que el uno le va a meter el patín al otro, que a su vez le arreará con la varita del violín al cantante de la fiesta blanca.
Mmm... ¿cómo se llamaba la varita del violín?
2. El tutú de Rihanna.
"I Love the Way you Lie", esta sí la recordaréis. Excelente vídeo musical, grande Eminem y Rihanna, pues haciendo lo que sabe: repetir un estribillo varias veces con mayor o menor fortuna. Cada uno con sus habilidades, ya hace más de lo que haría yo.
El caso, que hay cantantes que no resisten un directo es algo que todos sabemos (Katy Perry, anyone?) y Rihanna no fue menos en la gala MTV 2010, chafándole una gran performance a Em. Diréis que soy parcial (seriously, buscad el vídeo), pero es que la terrible idea ni siquiera fue sacarla sin que supiera cantar. La cuestión es: ¿a quién se le ocurrió...?
¡¡VESTIRLA ASÍ!!
No se aprecia bien, pero especial atención a las botas militares para complementar el conjunto.
3. Hundir la flota
De la mano de la amiga Rihanna, pasamos al cine hablando de una película en la que participará. Próximamente en su cine, HUNDIR LA FLOTA. Ya sabéis, el juego de B3 - Agua, C5 - Tocado, F1 - Ayuda, digo... hundido (la monda soy, I know). Los que dicen que no pueden hacerse películas de todo no saben lo que dicen. Tú dejas el nombre en inglés porque Battleship suena más molón y no te limitas a que vaya de batallas navales, sino...
¡¡DE BATALLAS NAVALES CONTRA ALIENÍGENAS!!
No tengo nada más que decir, salvo que por desgracia para todos nosotros no salen cowboys. Oh, pero sí sale Timmy Riggins!! :D No sé si es mucho más o menos absurdo que lo de los fanfics sobre el tetris... Pero quién soy yo para hablar, que les monté mitología a las canicas.
4. Romance zombie
Crepúsculo ha hecho mucho daño, pero no solo por sí misma (llegaremos en el siguiente punto), sino por la necesidad de seguir su estela sea como sea. Porque claro, los vampiros ya están vistos y hay que ser originales... solo que haciendo lo mismo. Hombre lobo, tengui, momias no lucen...
¡¡¡USEMOS A UN ZOMBIE!!!
¿Sexy, eh? Ya hemos hablado de esta genial idea entre las ideas mundiales. Será fascinante como la adolescente de turno se enamora del muerto recosido que se ha zampado el cerebro de su novio (no temáis, seguro que en dos escenas nos dejan claro que el novio era un cabrón, lo cuál es motivo suficiente para que la chica crea que lo mejor que puede hacer es quedarse con el monstruo que se lo ha quitado de encima). Seguramente el prendado zombie tendrá que resistir y sufrir para no ceder a la tentación de hacer lo propio con ella... o no. A lo mejor tampoco hay tanto que sorber, mira.
5. El maquillaje en Crepúsculo
Vamos a ver, gente. Fine, Edward es un cursilaco redomado, clasicón y pa darle de ostias la mitad del tiempo. Pero guapo, ¿no? ¡¡Se supone que era guapo!! Toda su familia, la envidia de la región, deslumbrantes en su maravillosidad. En cambio:
¿Quién se ha caído en una marmita de lejía se ha secado con polvos de talco?
No me hagáis hablar de la crema hidratante de purpurina que se gasta Edward y que por alguna razón no debió de meter en la maleta antes de arrear a Río de Janeiro, que se pasa los días en la playa a cuerpo serrano y ahí no brilla na de na. Al final va a ser que la ponzoña destiñe.
Y en la línea de las grandes ideas de estilismo cinematográfico...
6. El pelucón de Alejandro Magno
Quiero creer que hay algo que no sé, ya no sobre la credibilidad de que Álex tenga 21 años en ese momento, que ya se entiende que es parte del pacto ficcional, si no que debía de haber una imposibilidad real, concreta, insalvable y de vida o muerte que les impedía decolorarle el pelo a Colin Farrell directamente, en lugar de plantarle semejante bicho muerto en la cabeza.
... O esperamos que esté muerto.
7. La Reina de los Condenados (the movie)
La idea no fue terrible, pero el producto final no debería haber existido. Salvo por Stuart Townsend :P. El caso, no puedes convertir una novela de Anne Rice en un cutre Underworld de hora y media, en donde no se entienda nada de quiénes son los personajes si no te has leído el libro. Literalmente, a Armand y su relación con Marius se lo meriendan y, claro, considerando que Michael Pitt con pelucón no se parece demasiado a Antonio Banderas, como para que la gente normal sepa quién es...
Pero al margen de todo eso, lo que alguien debería haber parado en una carrera arriesgada sorteando el tráfico y saltando en el último momento con un dilatado NOOOOOOOOO es...
AKASHA, LA EGIPCIA DESCUAGERINGADA
Pooooorque, vosotros no lo sabéis, pero si eres egipcia (por decir algo, que Rosario Dawson tenía una pinta de bactriana en Alejandro...) y reina, se camina así. TODO.EL.TIEMPO.
De todas maneras, aplaudo su bonita banda sonora que me introdujo en uno de mis grupos favoritos: Disturbed. Todos conocéis ya la gloriosa canción que lo hizo. Pero es mi blog y la pongo, ala.
8. Hablando de música... Carlinhos Brown
No tengo mucho que alegar. Es personal. A la gente le gusta, pero en su momento cada vez que oía el puñetero "te te teee tetete teee" quería masacrar y rebanar cabezas. Muerte, muerte y destrucción. Pero así soy yo, que le cojo manía a algo y cruzado por los siglos.
9. Mondrian
Venga, hombre, no me jodas. En serio, por Mondrian no paso. Ni por Rotko, ni por Pollock... pero Mondrian me ofende especialmente por alguna razón. Vamos a ver. Hay cosas que NO son arte y esto:
¡¡ NO ES UN CUADRO!!
Es cierto que para mí el arte termina en el figurativo y soy de romanticismo y barroco (su heredero natural serña Clamp? :P). Es verdad que ya de entrada el arte moderno me la trae al pairo y Picasso y Dalí los primeros, pero al menos dices... bueno, sé lo que está haciendo aunque no pagaría un duro por ello. Lo que está haciendo Mondrian es quedarse contigo, con un par. Está haciendo una cuadrícula y pinta tres o cuatro recuadros. Y le pone título. ¡Y lo exponen! ¡Y NO ES QUE TENGA UNO, ES QUE TIENE MUCHOS!
¿No notáis la sutileza de los matices entre tamañas obras de arte? ¿No? Yo creo que debe de tener una historia trágica, así en plan artista torturado, pero su adicción no era el rapé ni el alcohol. Era el parchís.
10. El bolso que vi anoche en un escaparate
Monísimo para Akasha, oye.
En fin, end de mi post destroyer. Anyone else feeling in the mood?
¿Qué hay de más entrañable en el año que ese momento de hacer el pesebre en casa? ¿Qué puede haber que denote más la falta de habilidad del sujeto agente que tardar cuatro horas en lograrlo? Pardiez, lectorcillos y lectorcillas, tenéis razón, mas no he de desanimarme ante vuestras pullas.El montaje del Belén es un clásico de despropósitos navideños en varias etapas. Ya que el año pasado os torturé con un reportaje de cómo había quedado decorada la casa en general, esta vez me centraré en el tema del pesebre y de paso os muestro el making of del mío.
11.30 de la mañana - Colocación
Aunque parezca mentira, dónde se pone sigue siendo motivo de debate aunque año tras año se llegue a la misma conclusión. En mi casa yo no tiro la toalla de lograr hacerlo un año con tres niveles como hicimos en una casa anterior (aquel fue glorioso, con el motor del acuario de las tortugas haciendo de manantial…), contra la insistencia materna de con3nivelesnohaysitioyhaymuchagenteynohijano. En cualquier caso, cosas importantes a decidir son el tamaño y los desniveles, que determinarán la orografía belénica. Y, sobre todo sobre todo, la eterna pregunta.
¿POR DÓNDE VA EL RÍO?
13.30 de la mañana – Orografía (cómo hemos tardado dos horas en hacer esto... no importa)
También es el momento de pensar en el tipo de terreno a utilizar. La experiencia me dice que hay tres opciones básicas. La más clásica es el musgo. Es verde y bonito y perfecto para que tu rebañito de ovejas pueda pastar y puedas pasarte horas jugando con que la ovejita bebé se pierde buscando hierba más fresca atravesando el río sobre el lomo de un cisne… Ejem. Otra opción es el efecto arena. Es el que propugnan algunos defensores apasionados del rigor histórico en plan “Israel era un desierto”. Tienen parte de razón, pero no os dejéis engañar: el rigor histórico es lo de menos. Normalmente son progenitores que quieren ahorrarse el musgo y/o evitar que haya briznas del mismo por toda la casa hasta la primavera siguiente. Finalmente hay una opción más peregrina. La nieve. Porque es Navidad, claro. Se conoce que es de las menos comunes por estas latitudes, que nieve vemos casi tanta como en Israel.
Mi opción es una mezcla de musco con camino casi indistinguible más arenoso, río con cascada y estanque, que discurre entre accidentadas montañas. Eso sí, con desierto al fondo, cortesía del papel de los chinos. TIENE MUCHO SENTIDO, ¿VALE? Cerca del río hay hierba. Y punto pelota.
14.34 – ¡Yay!
Reglas de oro para el Belén:
- Los patos son monstruosos y podrían devorar cualquier animal o casa de los alrededores. Si no es así, algo estás haciendo mal.
- No existe montaña demasiado grande. Son del tamaño exacto que las ha decidido Dios, porque para eso es un Belén. Y no somos nadie para cuestionar Su creación. (Diálogo verídico que mantuve con mi Santa Madre).
- Todo pastor es susceptible de morir sepultado bajo un montículo de musgo. Son tan traicioneros como las arenas movedizas, pero solo sorteándolos demostrarán su fe.
- Aunque no haya sitio, se meten todas las figuritas. El caos es bueno.
- Siguiendo con lo anterior, si de repente te das cuenta de que te has dejado un tronco, no worries: lo llamas colina, lo cubres de musgo y con una casita se convierte en tu rincón de Norman Bates.
Tened en cuenta que la casa se mira en perspectiva… en plan lejanía. No os dejés engañar por que el loco de la pandereta parezca Godzilla para sus pobres y aterrorizados habitantes.
Sobre todo, al acabar la Navidad, no dudéis en poner vuestras figuritas de LOTR en lugar de los pastores y volver a hacer fotos… No sois frikis, tenéis imaginación cinematográfica.
El Guerrero a la Sombra del Cerezo by David B. Gil
Muerte en Hamburgo by Craig Russell
The Blinding Knife by Brent Weeks
Diréis, WTF? Nada, Lawrence Revisited fue mi primer largo (75.000 palabras en... 14 capis, parece), por allá por enero de 2006, cuando los prados eran más verdes, las nubes más blancas y SPN no era una mierda pinchada en un palo. Hace un par de años, una chica de LiveJournal me preguntó si le dejaba traducirlo al ruso y colgar la versión en su LJ, porque le había gustado mucho y demás. Le dije que sí, claro. ¿Y lo que mola decir que eres una autora traducida al ruso? :D:D
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